¡Dime que te antojas y te diré que te falta! Escucha lo que tu cuerpo te quiere decir...

En este blog quiero comentarles un poco de lo que nos pasa a diario y pensamos que tenemos “antojitos” o somos “gustosos”.

Nuestro cuerpo es una maquina perfecta y cuando tenemos estos “antojitos”, en realidad nos está pidiendo lo que necesita para trabajar de manera óptima, así que aquí te enseño a escucharlo y darle alimentos de la mejor calidad, para que trabaje a la perfección y te lo agradezca día a día.

“Muero por un chocolate”

Esta frase es más común en mujeres cuando están por venir esos días del mes, están tristes, cansadas o estresadas y este “antojo” es provocado por una falta de magnesio, un mineral que ayuda a los huesos y dientes, también a disminuir calambres, depresión, insomnio, cansancio y debilidad, también relaja los vasos sanguíneos que genera energía. Puedes buscar magnesio en frutos secos como las nueces, semillas, verduras y frutas.

“Me antojé masticar hielo”

Tal vez en realidad necesita hierro, porque la falta de este mineral genera inflamación de la lengua y boca y cuando ansías un cubo de hielo, en realidad tu cuerpo quiere mitigar esta inflamación.

“Un cafecito estaría perfecto a esta hora del día”

Se ha comprobado que la cafeína potencia el efecto de los analgésicos, además, se le atribuyen cualidades antidepresivas e incluso estimulantes del sueño. El antojo de un café puede ser traducido como la falta de fósforo, azufre y hierro, por lo que puedes consumir más pollo, pescado, huevo, pimiento rojo, ajo, vegetales, vinagre de manzana, carne, alga y cerezas.

¿Te antojas de una humeante tacita de café con azúcar?, tal vez tu cuerpo te pide cafeína y la energía que te dá el azúcar, como consejo puedes reemplazarla con una taza de té verde o un licuado de frutas y verduras en su lugar.

“Quisiera algo dulce”

En este caso tu cuerpo te pide cromo, que aumenta el metabolismo, mejora la insulina, previene la gastritis y diabetes, y lo puedes encontrar en el brócoli, uvas, queso, frijoles, hígado, pollo. Otro de los elementos que puedes necesitar es el carbón o azufre, que ayudan a combatir virus y bacterias, a desintoxicar el cuerpo y a bajar el colesterol, así que puedes comer una fruta, coliflor o arándanos.

“Se antojan una pizza?”

Si tienes antojo de pan, pizza y otros carbohidratos, te hace falta nitrógeno, el ingrediente base de los aminoácidos que integran todas las proteínas y sin éste, hay una gran descompensación en el organismo. Para vencer este padecimiento, en vez de ir por una pizza o un cupcake, puedes comer carne, nueces, porotos, semillas de chía, quinua o pescado.

“Compramos alitas de pollo?”

Si tienes antojos de algo aceitoso o con mucha grasa, te hace falta calcio, que tiene como función el bienestar de huesos, dientes, músculos, coagulación y ritmo cardíaco, entre otros más. Como sugerencia puedes comer almendras, semillas de sésamo, kiwi, brócoli o espinacas.

“Voy a la tienda a comprarme papas fritas”

Cuando tienes antojos de algo salado, en realidad tu cuerpo necesita sodio, pero debes asegurarte de que proviene de las fuentes correctas, y no de la sal de mesa o la sal de grado industrial que utilizan en aperitivos. Esta forma de sal conduce a la retención de líquidos, aunque también las saludables si se consumen en alto grado.

“Se antojan una hamburguesa?”

Si tienes antojos de carne, tal vez necesitas hierro, estos antojos se presentan más a menudo cuando las mujeres están es esos días del mes, ya que pierden bastante hierro. Recuerda que es bueno comer carne, pero en cantidades moderadas. También puedes optar por opciones vegetales como la espinaca, brócoli, ciruelas naturales o higos.

Cómo manejar nuestros antojos!

La mayoría de los antojos son señales de que nuestro cuerpo se encuentra deshidratado, pero malinterpretamos la señal y la entendemos como “hambre”. Antes de que comas cualquier cosa, toma un vaso de agua grande, porque podrías estarle dando a tu cuerpo exactamente lo que necesita y el antojo desaparecerá.

El 80% de las personas pasan la mayoría del día deshidratados, así que antes de que caigas en los atracones de comida chatarra, toma agua y espera de 15 a 20 minutos para ver cómo responde tu cuerpo.

El estrés induce a comer y a almacenar energía. La hormona del estrés es el cortisol, que causa el aumento de la presión arterial, de la glucosa y de la frecuencia cardiaca, si tienes niveles altos provoca el incremento del consumo de alimentos, pero sobre todo de los alimentos que tienen mucha grasa y azúcar. El cortisol hace que la grasa se almacene en el abdomen, porque es el lugar donde más fácil acceso se tiene en caso de necesitar energía y es el camino más corto para llegar al hígado.